miércoles, 31 de diciembre de 2008

Fumame a mí

Yo no fumo cigarros, te fumo a ti, a ti que lo enciendes ingenuo pensando que por mi garganta sólo entra nicotina y alquitrán, pero eres tú.
Tú en bocanadas de noche gris amorfa que invade las vías respiratorias y se almacena en los pulmones, rompe con alviolos distraídos en olas de pasión intensa y me matas, porque sería utópico pensar que no haces daño, pero matas lento y sabe dulce y obtienes un placer casi enfermo al respecto y ¿para que mentirte? yo también. Te siento al llegar a ese rincón de mi pecho, al expulsarte consumirme entera, consumirte tú y vuelvo a meter el cigarro a la boca y me chupo tu aliento y absorbo tu voz. El humo nos nubla mientras los cuerpos se agotan hasta que sólo quedan dos colillas en el piso. Me miras, me ofreces otro. Pero yo ya no fumo cigarros. Fumame a mí.

No hay comentarios.: