lunes, 28 de diciembre de 2009

(paréntesis personal)

Primero que nada, muchas gracias a todos por leer mis escritos, sus opiniones siempre me han hecho sentir apoyada. Bueno, éste paréntesis se debe a que tengo noticias muy importantes en lo que se refiere a mí, aunque nunca antes había hablado de manera directa sobre mi persona, tengo confianza en que mis textos les han dado una buena idea de quien soy y como soy a aquellos que no me conocen. La primera noticia, que ya no es tan reciente, es que en enero empiezo a estudiar lengua y literatura española, decisión que, creo y espero, todos ustedes aplaudan. Debido a esto confío en que verán más textos más seguido y muchos más proyectos que ya se están maquinando en mi cabeza. Por lo pronto los dejo en puntos suspensivos pero esperen cambios en el aspecto y contenido del blog puesto que también pretendo hacer esto un poco más abierto al público.

(:

viernes, 11 de septiembre de 2009

La que vuela

Me dijiste que tronaba fuerte y te fuiste. En ese entonces yo solía aprovechar mis tardes lluviosas tocando Debussy en algún piano olvidado de la escuela pero ese día me quedé plantada por tu respuesta en medio de una calle inundada de gritos y soledades, torrentes. Me dijiste que sólo pasaba cuando llovía, que era una oportunidad en una. Y te dije “Vete”. Ahora que siento la misma lluvia como un golpe continuo de tu recuerdo quiero decirte porque te dejé ir. La verdad es que ya no puedo escuchar música sin salir volando de este mundo a un universo alterno donde tú nombre y la luna tienen igual significado, la vez pasada me pasó en un elevador y para evitar salir disparada de aquí me abracé a una señora que nada culpa tenía.

Tú no sabes lo que haces. Te dije miles y miles de veces mientras tomabas de mi cintura y apretabas más fuerte tu vientre contra el mío. Tú no tienes idea.
Los carros que pasaron ese día por mi lado salpicando sus risas en forma de oleajes urbanos me dieron a entender que por una vez la vida se había quedado vacía, pero entiende bien que no era así por el hecho de que te fueras, no alimentes tu ego de esa forma. La vida ya estaba vacía desde antes de conocerte, o probablemente desde que te conocí. No recuerdo una risa tuya que no fuera ligada a frases dolientes y llantos que subían y bajaban como en una polea por mi cuerpo. Yo lloraba en los rincones olvidados de tu cuello y tú llorabas entre mis piernas. Nos creímos tan felices y éramos tan miserables.

Realmente por eso dejé que te fueras, porque no podía aguantar tus ganas de hacerme ir y venir como si se tratara de un yo-yo, ni tus constantes esfuerzos por hacerme sentir menos que tu televisión. Vete que yo seré la que vuele entre árboles y cielos despejados. Vete que yo seré la que vuela.

jueves, 25 de junio de 2009

Descompuesta

Me voy a esconder del mundo, y de todas sus cosas. De todas sus situaciones, de palabras desgastadas, de compromisos sociales, de reuniones inecesarias.
Me voy a esconder de todo para que al final no quede nada, nada de mi, nada de nadie.
Me voy a cavar una cueva debajo de mi cama, y me alimentare de pelusas de polvo y piezas perdidas de rompecabezas.
Me voy a entregar al olvido y a todos sus matices y colores opácos.
Me voy a morir sin que te des cuenta, hasta que un día voltees y ya no me veas, no veas nada más que ausencias.
descompuesta.
No me digas dramática, ni vengas a rescatarme,
no quiero que me salven,
ya no quiero nada.
ya no quiero a nadie.

sábado, 13 de junio de 2009

de cólicos y madrugadas

Mi teoría es que hay un pozo en medio de la nada, donde caen todos los que divagan sin rumbo por los confines de su mente. Mi problema es que cada vez que caigo tú me das la bienvenida, y te quiero con todo, por todo y a pesar de todo y de mi misma.
Te quiero porque estás en cada indicio de mis huesos, te quiero porque soy adicta a tu amor condicional y calórico. Te quiero porque en las noches de lágrimas perpetuas y las madrugadas de espasmos solitarios eres tú quien acaricia mi cabeza, eres tú quien besa mis preocupadas ideas, eres tú en mí, eres tú y yo,
a veces sólo eres tú,
a veces tú yo.

jueves, 21 de mayo de 2009

y la respuesta...

Busco un refugio, un espejo que me quiera, un cumplido que me llene, un peso que me encante, una comida que no engorde, un dolor que no sea de estómago, un cigarro que no se acabe, un amigo que me entienda, una pluma que no se corra, un diario de hojas infinitas, un hombre que me quiera de día, una vida...pero una vida que no sea la mía.

Quiero dejar de temblar, dejar de llorar, dejar de vivir, dejar de engordar,
tengo una muerte prolongada de más.

lunes, 18 de mayo de 2009

Instrucciones para hablar con la pared

Las sombras escuchan cuando no tienen nada más que hacer, si las encuentra uno distraídas o por ahí jugando con una pared, simplemente pasan de largo y uno se queda ahí solo mirando al vacío, esperando por una que se quede atrás y mire por el rabillo del ojo, se detenga y lo escuche hablar, hablar bajito eso sí, porque no les gusta el escándalo. Prefieren las conversaciones tranquilas de arte y política, y si a uno se le ocurre cambiar de tema, se queja de los precios o admira un nuevo modelo de automóvil, se difuminan, se van. Y uno se queda ahí como idiota, hablando solo de nuevo y esperando que pase otra distraída, una mirada hacia atrás.

domingo, 17 de mayo de 2009

Ana:

Hay un hedor que me sigue a todas partes, huele a vomito y puedo jurar que no lo he hecho.
Es la podredumbre de mi alma, de este cuerpo que ya no quiero, y lo vendo juro que lo vendo.

Creo que el problema radica en que aún no decido bien que es lo que deseo, o sí?
El problema no soy yo...eres tú, pero aún así te quiero, aún así te abrazo y te veo y me pareces hermosa cuando haces esa mueca de espanto que intenta ahuyentar todos esos kilos.

Y todos esos kilos.

Me dueles y te dejo golpearme como lluvia palpitante, me mojas en gritos que surgen por los poros en forma de sudor. Y lo único que queda cuando te vas en las mañanas son pequeños hematomas que dejas donde posas tus garras, te perdono, te entiendo, te dejo entrar y hacer tu desastre porque has sido mi amiga, mi confidente, toda mi vida.

Te veo en el espejo,
te vendo mi cuerpo,
te regalo mi vida.

martes, 5 de mayo de 2009

cara a cara

En el silencio es más fuerte su grito. Su grito que se divide en 47 ecos que se acuestan en la cama, que encajan sus uñas y se cuelgan de las paredes, rechinan los dientes, muerden el aire y lo hacen añicos. Si me asfixio es porque los escucho surgir desde adentro, como burbujas saliendo de un vaso y explotando en la superficie. Si no respiro es porque no tolero su grito agudo que enfría los colmillos y desgarran los musculos dejando sus garras marcadas en la piel.
Evito los espejos porque no quiero encontrarme con sus caras, con esas miradas desgastadas que penetran y contaminan la sangre, ni con las muecas que pellizcan el alma brotando como punzadas en el cuerpo. Esas muecas que se trepan por las piernas hasta llegar a las orejas y de ahí en adelante no sirve taparse los oídos, vienen desde adentro.

lunes, 20 de abril de 2009

no soy

Yo no tengo una cámara artística, ni una visión fotógrafica de la vida a blanco y negro. Mi arte es simple, no existe. Mi talento consiste en resignarme. En existir. En absorber las partículas de aire y pintarlas en papel, en palabras arrítmicas. Pero no soy un pintor, mi trabajo consiste en aventarlas, reventarlas y dejar que desparramen su color cual sea su gusto. Yo no escribo palabras, ellas se escriben solas.

sábado, 28 de marzo de 2009

y otras tantas tonterías

Me pregunto ¿qué hago con mi vida? ¿qué soy? ¿qué somos? Las mismas preguntas que todos se hacen pero que nadie responde con algo más que no sea "tienes 19 años deja de pensar en tantas tonterías” pero yo no le veo lo tonto, sigo preguntando ¿a dónde vamos a seguir? Prefiero eso que preguntar ¿a dónde vamos a parar? de todos modos, me parece más productivo porque todos van a parar en un panteón con flores encima y yo voy a seguir aquí caminando sin dejar huellas. Ahora me pregunto qué pasa con este mundo que no tiene ni pies ni cabeza? E intento construirle una crítica que no tiene caso porque no sé ni quién soy, ni que estoy haciendo, ni sé porque siempre se me ocurre algo bueno cuando no tengo con que escribir a la mano, así que escribo en mi cabeza, intento guardarlo en mi memoria pero no se queda. Recuerdo cuando pregonaba que nunca iba a ser conformista y sin embargo me he inundado en la rutina, en lágrimas que ahogan cada hora entre las paredes y los gritos de mi madre. La melancolía de estar viva, la tristeza de existir y esta sombra que me sigue aún cuando no hay sol, melancolía que se alimenta de café, sexo y cigarros, todas fuentes de orgasmos, porque si no lo sabes, la melancolía se alimenta de orgasmos, de orgasmos improrrogables claro, improrrogables como cualquier día, como cualquier tarde, como este sol que desparece y deja en su lugar otra luna mientras que yo me cambio de banca y me cambio de nuevo, y voy saltando de banca en banca de acorde el sol gira en el horizonte, porque eso hago en mi tiempo libre: saltar soles; y de repente se va y me lanzo detrás de él, entonces la imagen de una niña corriendo sosteniendo a Julio de la mano y una idea en la cabeza, como un sombrero con flores que se multiplican y ahora se derraman y se para a recogerlas para seguir corriendo y la genta la mira, no sabe si echarse a reír o correr con ella. Yo sigo persiguiéndolo y no lo alcanzo, entonces se me caen todas las ideas de la mano como flores del último verano de una vida sin vida. Porque por más que lo pienso solo la entiendo vacía, aunque intente sentir algo más que esta decadencia mis pies ya no dejan huella y la gente la mira y ya no saben si echarse a llorar o correr con ella.

jueves, 19 de marzo de 2009

Desorden

Son ráfagas de cotidianeidad que pegan fuerte, golpean primero en las rodillas como probando los reflejos y cuando te encuentras sobre el piso proceden a destriparte de tajo. Desde el colchón el mundo tiene una horizontalidad alfombrada y rugosa, la ropa está tirada en el piso, siempre me ha recordado a mí misma: de varios colores, arrugada y quietecita, esperando por ser acomodada, organizada por forma y tamaño, clasificada y encerrada. Ahí estamos la ropa y yo inmóviles, entonces aparecen los libros: abiertos, cerrados, regados por todas partes, de todos los tamaños. Hacen fila de uno en uno para golpear mi conciencia y ver si se pierde, si en una de esas se asusta y se va corriendo. Pero ahí sigue mi ser inerte, la cabeza en el colchón y la horizontalidad de una tarde sin lluvia, en la que cualquier otra persona podría ser feliz. Yo no. Yo no, porque la ropa está tirada y los libros de uno en uno van golpeando mi cabeza… así no se puede..

Minutos

Hay luces que mitigan el alma mientras que los relojes la miden, ahora vale 24 minutos y tú te vas porque te resulta muy caro quedarte a charlar conmigo. Lo llamamos depresión por ponerle un nombre a este estado de inactividad y falta de pasión, pero no es depresión, es identidad, es existencia. Es la devaluación de mi alma tirada en la cama junto a las almohadas que me abrazan en tu lugar. 25 minutos. Es la crisis económica me dices, y yo entiendo, me callo y me enrollo en las sábanas, no quiero hablar al respecto. 25 minutos que no estás dispuesto a gastar en verme llorar porque te parece una pérdida de tiempo y me pregunto, esperando que respondas por mí y no llega porque ahora vale 26 y se incrementa más rápido de lo que ninguno de los dos podemos costear, crece a cada segundo, ahora mide 26 y medio, imagínate. Pero eventualmente llega a 60 y vuelve a 0 y entonces me quieres de nuevo, con una sonrisa en mi rostro, pretendemos que la vida va bien, que no pasó nada, que me amas incondicionalmente y sólo un poco más cuando empieza la mañana o cuando termina la noche. Pero no hace falta que digamos nada porque ahora mide 10 minutos y ya te parece demasiado ancha, entonces no me queda nada más que hacer que regresar y consolar al alma que se quedó en la cama enrollada en las sábanas y quitar de una en una las almohadas que se burlan calladas para hacerme espacio y abrazarla, ahora mide 12 minutos y tú me dices que engordé. 13, 14,15 y 16. Para cuando llega a 20 ya no me quieres.

jueves, 19 de febrero de 2009

Sentimientos encontrados

Tal vez debería dejarte y aunque debiera no me atrevo a imaginarme un minuto de un silencio que no venga de tu boca ni una piedra que no aviente tu brazo a mi cuerpo que se esconde detrás del hueco de tus ojos cuando miran un vacío que difiere tanto de mí y no ves las sombras que me siguen las constantes embestidas de dudas sobre esto que llamamos nosotros como una especie de recuerdo de prosperidad infinita y ridícula promesa que nos hace tontos el destino y tú no entiendes mi llanto fingido ni te cansas de pisar mi orgullo en espera de que me hunda por ti hasta lo más hondo de este abismo en el que he mordido el piso y tengo todavía el sabor a polvo entre los dientes chocan de ira cuando no estás conmigo porque no se te ocurre simplemente estar aquí donde te necesitan las palabras inentendibles y mi cólera intangible te vas con las olas de frases necias de existir en otro mundo que no entiendes por irte entre las olas que dan cabida a la nada me pregunto y me respondo que no eres tú es otro el hombre de mi vida tu no lees poesía ni me hablas bajito te odio por no ser el viento de mis alas si no la cadena de constantes bofetadas que me tienes amarrada a tus frases secas y tu orgullo experto en peleas de ring no me hables hoy no te quiero ver en tres días no me llames no me esperes no me ames ni me odies piérdete del mundo y déjame tranquila no das lo que recibes ni te esfuerzas por sentir ahora te odio es mentira te pido perdón como si éstas palabras no fueran mías me guardo tus piedras en el bolsillo y me tiro al mar tu mar el mar en el que te gusta verme hundir hasta fragmentar el cuerpo o la vida que me queda para que tú puedas volverla a armar y llevarte un pedazo darme otra piedra pretendo que no me doy cuenta la meto en mi bolsillo y me ahogo en el mar.

domingo, 18 de enero de 2009

Panadería

Quiero mi panadería
Los pedazos de tu vida
No quiero secretos

Quiero amarte sin medida
Quiero ser omnipresente
Tengo miedo de perderme,
de no encontrarte de nuevo.

No quiero que me dejes
Quiero darte la mano

Y no soltarte

No quiero que crezcas
No quiero dejarte

Quiero una librería
Un suspiro de tu arte

Hazme un color
que no se haga opaco
que sea brillante.