lunes, 18 de mayo de 2009

Instrucciones para hablar con la pared

Las sombras escuchan cuando no tienen nada más que hacer, si las encuentra uno distraídas o por ahí jugando con una pared, simplemente pasan de largo y uno se queda ahí solo mirando al vacío, esperando por una que se quede atrás y mire por el rabillo del ojo, se detenga y lo escuche hablar, hablar bajito eso sí, porque no les gusta el escándalo. Prefieren las conversaciones tranquilas de arte y política, y si a uno se le ocurre cambiar de tema, se queja de los precios o admira un nuevo modelo de automóvil, se difuminan, se van. Y uno se queda ahí como idiota, hablando solo de nuevo y esperando que pase otra distraída, una mirada hacia atrás.

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