miércoles, 7 de mayo de 2008

A un lado del camino

Desde el lodo pude ver la luz filtrarse.
"Niña no te caigas." le pedí a tus ramas que no me dejarán caer.
Un metro y medio después tus lágrimas me bañaron por completo.
No sé si te dije, pero en realidad odio mi pelo cuando los días están nublados y ayer se veía peor que de costumbre. Los pájaros se burlaron de mí y tu eras una voz distante que no quería acercarse.
Muchas veces vi tus manos temblar como temblaban las hojas, a veces me gustaba pensar que un suspiro podía sacudirte por completo, te susurré al oído.
"no me dejes" pero a veces puedo hablar muy bajito.
La ciudad me miró con ojos de envidia, mientras caminaba por la calle mojada, despeinada y sin destino. Los perros, los gatos y uno que otro comentario obsceno, tal vez no sé que soy pero estas son mis piernas y sigo andando.
Por la calle mojada y sin destino, a veces me detengo a un lado del camino y espero por ti.

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